En la mañana del 20 de julio de 2016, la mujer, tras estar viendo la televisión por la noche, se fue al dormitorio con intención de dormir con su pareja. Esta, se sentó en la cama, y, a continuación su marido la asaltó por detrás agarrándole del pelo y causándole un corte horizontal en el cuello provocandole la muerte inmediata.
A continuación, según su plan, se dirigió a la habitación de su hija y repitió la misma acción: una cuchillada en el cuello. Dudando sobre si la niña aún respiraba, este procedió a taparle la cara con una almohada hasta creer que había fallecido.
Se dirigió entonces a la habitación de su hijo de 13 años con un cuchillo en la mano y con la intención de "acabar con la faena". Le atacó con el arma blanca, el menor intentó esquivarle y en el intento de impedir la agresión, este recibió varias heridas en las manos. Finalmente su padre le lanzó cuchilladas en el cuello hasta que lo tiró al suelo donde comenzó a golpearle la cabeza fuertemente.
El menor consiguió huir, y al hacer esto, se encontró con su hermana ya consciente en el pasillo y ambos se escondieron en el baño desde donde consiguieron llamar al 112.
El sujeto fue condenado por un delito de asesinato y dos delitos de asesinato en grado de tentativa. Se le ha impuesto una pena de 70 años de prisión y la prohibición de aproximarse a sus hijos durante 10 años.
Además deberá indemnizar con 221.000 euros y 233.000 euros a cada uno de sus hijos, y con 20.000 euros a una de las hermanas de la fallecida.
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